EUROPA
PRESS
12 enero
2020
Beber
té tres veces a la semana alarga la vida
Beber té, al menos, tres veces por
semana se relaciona con una vida más larga y saludable, según un estudio
llevado a cabo por investigadores de la Academia China de Ciencias Médicas y
que ha sido publicado en el 'European Journal of Preventive Cardiology'.
En el trabajo se han analizado durante más de siete años a
100.902 personas sin antecedentes de infarto, accidente cerebrovascular o
cáncer. Todas ellas se dividieron en dos grupos: uno en el que bebían té tres o
más veces a la semana y otro en el que no bebían o se tomaban menos de tres
tazas semanales.
Al analizar los datos, los investigadores observaron que los
bebedores habituales de té que tenían 50 años desarrollarían enfermedad
coronaria y accidente cerebrovascular 1,41 años después y vivirían 1,26 años
más que aquellos que nunca o rara vez bebían té.
Además, los amantes del té tenían un 20 por ciento menos de
riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca o un ictus, un 22 por ciento menos de
morir por estas patologías y un 15 por ciento de muerte por todas las causas,
en comparación con los que no consumían esta bebida.
Asimismo, en un subanálisis por
tipo de té, beber té verde se relacionó con aproximadamente un 25 por ciento
menos de riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, fallecer por estas patologías y morir
por todas las causas. Sin embargo, no se observaron asociaciones significativas
para el té negro.
"En nuestra población de estudio, el 49 por ciento de
los bebedores de té habituales consumían té verde con mayor frecuencia,
mientras que solo el 8 por ciento prefería el té negro. La pequeña proporción
de bebedores habituales de té negro podría dificultar la observación de
asociaciones sólidas, pero nuestros hallazgos sugieren efecto diferencial entre
los tipos de té", han recalcado los investigadores.
Dos factores pueden estar en juego. Primero, el té verde es
una rica fuente de polifenoles que protegen contra las enfermedades cardiovasculares
y sus factores de riesgo, incluida la hipertensión arterial y la dislipidemia;
mientras que el té negro se fermenta completamente, proceso por el cual los
polifenoles se oxidan en pigmentos y pueden perder sus efectos antioxidantes.
Asimismo, el té negro a menudo se sirve con leche, lo que según investigaciones
anteriores puede contrarrestar los efectos favorables para la salud del té
sobre la función vascular.